El viaje inició tomando un avión de Monterrey a Miami de 4 hrs, para de ahí volar 15 hrs con rumbo a Ushuaia en Argentina. Tras un vuelo agotador llegamos a tierras argentinas, descansar en Las Hayas Ushuaia Resort y así cargar pilas para la aventura esperada en la fría Antártida.
Por Lizzeth Marcos

Algo diferente de los demás cruceros en los que he estado. Es una combinación de emocionante aventura de exploración, en un destino al que pocos acceden y a la vez un viaje lleno de comodidades, lujos y con un trato maravilloso, por parte de todo el personal de esta naviera.

Partimos de Ushuaia a una temperatura de 12° C, con mucho viento y con el mar bastante picado. Vamos a cruzar por el Drake Passage y nos avisaron que iba a estar muy agitado el viaje, por lo que nos proporcionaron Dramamine para tomarlo cada 12 horas y evitar el mareo. Todos los días a las 6 PM nos explicaban las actividades del día siguiente. En este caso la ruta del barco la traza el Capitán tomando en mucho en cuenta el viento.
El barco donde viajamos es espectacular, tiene lujo increíble por todas partes. Posee capacidad para 200 huéspedes, y tecnología de punta. Además, 5 restaurantes, solarium, jacuzzi con vistas insuperables, entretenimiento nocturno y el único casino a bordo de un barco de expedición.

Al ser un barco de expedición nos acompañan biólogos y expertos en aves paratener toda su experiencia y conocimiento a la mano. Tras cruzar el Drake Passage que nos mantuvo un día sin movernos, esperando el paso de una tormenta. Por fin bajamos a nuestra primera expedición después de 4 días de navegación.
Es muy importante prepararte para el frío, porque el clima puede cambiar de un momento a otro. La naviera nos proporciona una parca de color naranja, para identificarnos en la nieve.

Antes de desembarcar pasamos al Mud Room para colocarse las botas, con salvavidas, equipo de esquiar y equipo para el frío. Cuando bajamos lo hacemos en unas lanchas tipo Zodiac (cómo las que usan los Marines) y con un
operador experto nos da todas las indicaciones sobre dónde iremos y lo que haremos para mantenernos seguros.
Caminamos por la nieve, disfrutamos de este séptimo continente, donde no hay vida humana, los colores de los glaciares son impresionantes y cada uno depende de la Luz que les da y el tiempo que llevan, entre más azul más tiempo que tiene el glaciar.
Visitamos también 2 pequeñas islas Rongé Island y Jougla Point que miden máximo 8 km. Rongé Island es el único lugar en la Antártida que tiene un pequeño museo y una estación de correo. Ahí conocimos el museo. Luego
hicimos kayaking (vestidos como astronautas) al lado de focas y los majestuosos lobos marinos, Priceless!

Gracias a la tecnología de punta del crucero, pudo entrar directamente, al Círculo Polar rompiendo hielo y utilizarlo como una plataforma para descender. La tripulación trabajó para crear un camino seguro antes de que pudiéramos descender sobre el hielo.
Llegamos al Círculo Antártico a la latitud 66.33. Esta línea, o círculo, de latitud marca el comienzo de la zona sur conocida como la Antártida.

Tuvimos una celebración inolvidable para recibir el año nuevo, dónde al final de la fiesta, incluso terminamos cantando.
Todas las expediciones fueron cautivadoras, al viajar entre montañas, glaciares y icebergs me sobrecogieron.
La majestuosidad de la naturaleza de un destino al que pocos llegan, en el fin del mundo, renovó mi espíritu para iniciar un 2022 llenas de energía.
